Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en palabras.
Cuida tus palabras, porque se convertirán en actos.
Cuida tus actos, porque se convertirán en costumbres.
Cuida tus costumbres, porque forjarán tu carácter.
Cuida tu carácter, porque formará tu destino.
Y tu destino será tu vida.
Ghandi

jueves, 21 de abril de 2011

En amoR y en odeloT

En Roma, inspirados por los protagonistas de la novela "Tengo ganas de ti" de Federico Moccia ,el Puente Milvio comenzó a atraer el interés de las parejas, quienes usan el poste de luz sobre el mismo para colgar candados como señal de su amor. En el ritual, la pareja sujeta el candado al poste y luego arroja la llave al Tíber sobre sus hombros.

Después del 13 de abril de 2007, las parejas tuvieron que poner fin a esta costumbre porque ese día, a causa del peso de todos los candados, cayó el poste. En su lugar, se creó una web en Internet que permite a las parejas el uso de
candados "virtuales". Sin embargo, desde julio de 20 07, los enamorados pueden volver a colgar sus candados gracias a unas columnas de acero mandadas colocar por el alcalde de Roma.


En 2011, en la ciudad imperial, algunas parejas has comenzado con este bello ritual, cuelgan sus candados del amor en el Puente de San Martín, y tiran la llave al río Tajo, en señal de amor duradero que nunca se romperá.
Muchos son los lugares de Toledo para acoger promesas de amor eterno, pero quizá ninguno tan adecuado como este puente, símbolo del amor abnegado de la esposa del alarife que le reconstruyó... como bien nos cuenta la leyenda.



1 comentario:

Anónimo dijo...

muy chuli lo del candado en las dos cuidades y muy romántico lo de tirar la llave al río pero no lo comparto: el amor entre las personas no debe ser un candado cerrado y mucho menos cerrado para siempre con una llave extraviada.
El amor siempre debe ser libertad para elegir estar juntos pero no encadenados, puertas abiertas para dejar entrar más "cosas" que poder compartir, manos entrelazadas pero no atadas.
Además, y volviendo a la "superstición", siempre puede haber un pez que se trague la llave y un "pescader@" que la encuentre y abra el candado. ¡Menuda faena!