"Las personas mayores nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones" Anoine de Saint-Exupéry, El Principito
Campartí una tarde muy especial con Begoña Ibarrola, en el teatro Coliseum de Madrid, en las V Jornadas de Educación Infantil. Begoña nos habló de como educar las emociones a través del cuento.
El cuento tiene cinco grandes funciones: "La función lúdica, una función mágica para estimular la fantasía; una función ética, de transmisión de valores; una función terapéutica, porque muchos cuentos ayudan a que las personas entiendan sus propios procesos psicológicos y plasmar sus ansiedades y sus miedos; y una función educativa» Para Ibarrola
, el cuento ayuda enormemente a desarrollar determinadas habilidades, y lo hace además de una forma sencilla. No distingue entre los cuentos clásicos y los contemporáneos. «Hay que combinar, porque no olvidemos que los tradicionales hacen referencia a personajes que son arquetípicos, símbolos, que alimentan el imaginario infantil".

Despúes de escuchar y disfrutar de la tarde con compañer@s de profesión, casualidades de esta vida coincidí allí con Diego, uno de los ponentes que días antes me había enseñado en el congreso de lengua algunos programas informáticos.
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