Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en palabras.
Cuida tus palabras, porque se convertirán en actos.
Cuida tus actos, porque se convertirán en costumbres.
Cuida tus costumbres, porque forjarán tu carácter.
Cuida tu carácter, porque formará tu destino.
Y tu destino será tu vida.
Ghandi

jueves, 13 de enero de 2011

kilómetros

"Cuando una se enamora de un hombre casado, no debería ponerse rimel"
Bill Wilder (The Apartment)

Todo comienza cuando menos lo esperas, cuando se dan- muy bien dicen- las circunstancias. Sin prentenderlo, sin buscarlo... pero sintiendo poco a poco que sucederá. Intentando ocultar la emoción, el afecto... sabiendo que tarde o temprano esas débiles barreras cederán para sentir, vivir, disfrutar de un sentimiento por mucho tiempo retenido.
Desde siempre los kilómetros separaban, por muy cerca que estuvieran. Controlaban el tiempo ... sin darse cuenta de cómo perdían el tiempo, su vagón partía y ninguno se atrevía a subirse y ambos se resistían a dejarle partir.
Han pasado los años y esos kilómetros no han menguado. Están en la misma estación, frente a ese vagón, pero en andenes diferentes pendientes del tren que cada uno tomó voluntariamente hace demasiados años, y con deseo de no apearse nunca, pero queriendo subirse a ese vagón que continua frente a ellos...pero sin ellos.
Una simple llamada desde ese anden, los hace sentir tan cerca aunque estén tan lejos, desperdiciando a quienes tienen tan, tan cerca y que poco a poco sin quererlo, sin remediarlo se están alejando.

Pocos tienen la suerte de encontrar el amor, el privilegio de conseguirlo y la fortuna de no perderlo. Cuando lo encuentras y lo consigues queda lo más complicado y más hermoso... mantenerlo. Cuando lo pierdes debes ser valiente para dejarlo ir o para retirarte sin producir daños a terceros, y ese tercero , siempre, siempre es uno mismo.
Por favor, deja de hacerte daño, me duele verte así y sentir que no puedo ayudarte. Contéstate a esa pregunta que ambos sabemos, sé valiente para enfrentar esa respuesta que conoces desde hace demasiado tiempo, y no dudes ni por un sólo instante que siempre estaré contigo, sea cual sea tu decisión.

"A varios cientos de kilómetros,
Puede tu voz darme calor igual que un sol
Y siento como un cambio armónico
Va componiendo una canción en mi interior.

Sé que seguir no suena lógico
Pero no olvido tu perfume mágico
Y en éste encuentro telefónico,
He recordado que estoy loco por ti.
Que todo el mundo cabe en el teléfono
Que no hay distancias grandes para nuestro amor,
Que todo es perfecto cuando te siento
Tan cerca aunque estés tan lejos.
A varios cientos de kilómetros
Tiene un secreto que decirte mi dolor
En cuanto cuelgues el teléfono
se quedará pensando mi corazón.
...
"

domingo, 2 de enero de 2011

La paradoja de nuestro tiempo

"Ojalá vivas todos los días de tu vida"
Jonathan Swift



La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios más altos y temperamentos más reducidos, carreteras más anchas y puntos de vista más estrechos.

Gastamos más pero tenemos menos, compramos más pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes y familias más chicas, mayores comodidades y menos tiempo.

Tenemos más grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, mas expertos pero más problemas, mejor medicina pero menor bienestar.

Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reímos muy poco, conducimos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiada televisión y oramos muy rara vez.

Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores.

Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.

Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir.

Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años.

Hemos logrado ir y volver de la Luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino.
Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior.
Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.
Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma.
Conquistamos el átomo, pero no nuestros prejuicios.
Escribimos más pero aprendemos menos.
Planeamos más pero logramos menos.
Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar.

Producimos ordenadores que pueden procesar mayor información y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.

Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales.

Hoy en día hay dos ingresos pero más divorcios, casas más lujosas pero hogares rotos.

Son tiempos de viajes rápidos, pañales desechables, moral descartable, cuerpos obesos, y píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega.

Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tú puedes elegir compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.
Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aquí siempre.

Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.

Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.

Acuérdate de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con toda el alma.

Acuérdate de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.

Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus más preciadas ideas.

Y siempre recuerda:

La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.

Visto en el blog "Creación literaria"


sábado, 1 de enero de 2011

Alejandro Magno

"Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos:

1- Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los propios médicos de la época.
2- Que lo tesoros que había conquistado (plata, oro y piedras preciosas), fueran esparcidos por el camino hasta su tumba.
3-Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos.


Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro: ¿cuáles eran sus razones?Alejandro les explicó:

1- Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así mostrar que ellos no tienen ante la muerte el poder de curar.
2- Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.
3- Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos."

El tiempo es el regalo más preciado que tenemos porque es ilimitado. Damos comienzo al año 2011 con nuevos propósitos, muchos de ellos materiales, superficiales, vanos... que los iremos olvidándo según arranquemos un nuevo día a nuestro almanaque. Este nuevo tiempo nos traerá un poco de todo, nuevos retos, trabajos, amigos, parejas... experiencias gratas y menos gratas a las que tendremos que enfrentarnos.
Tengamos en mente las palabras de Alejandro, nos iremos de este mundo cuando Dios quiera; lo verdaderamente importante que nos llevaremos son las muestras de afecto, de ayuda, de comprensión hacia aquellos que más lo necesitaron y tuvimos el valor de dárselo; todas nuestras riquezas materiales las dejaremos aquí, pero las riquezas humanas siempre quedarán en la mente de todos aquellos que se cruzaron en nuestro camino.

Feliz Año !!!