Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en palabras.
Cuida tus palabras, porque se convertirán en actos.
Cuida tus actos, porque se convertirán en costumbres.
Cuida tus costumbres, porque forjarán tu carácter.
Cuida tu carácter, porque formará tu destino.
Y tu destino será tu vida.
Ghandi

sábado, 28 de enero de 2012

Libreta de direcciones

Parece que fue ayer cuando tuve en mis manos mi primer teléfono móvil, parecía necesario, empezaba a trabajar y estaba lejos de casa. Debía poder contactar con la familia rápidamente o llamar a la asistencia en carretera por si mi vehículo me dejaba tirada por las carreteras de la comarca de La Jara. En esos años había pocos contactos -pero necesarios- en la agenda, apenas tres o cuatro: el teléfono de casa, el de tus hermanos mayores, el teléfono del colegio... Año tras año, se iban añadiendo más números: compañer@s de los colegios donde ejercías cada año, amigas que con su primer sueldo que adquirían su primer móvil, el número de tu chic@, familiares que empezaban a entrar en las nuevas tecnologías...
Ha llovido mucho y tras no demasiados cambios de teléfono, pocos contactos se han perdido de la libreta, muchos se han quedado en el camino por falta de constancia, por distancia, por cambio de destino, por dejadez, por discusiones...
Conforme se van cumpliendo años, te vas dando cuenta que tu libreta de contactos debería ser más reducida. Hay demasiados números almacenados de personas que en su momento fueron parte de tu vida, pero por distintas causas, hoy no forman parte de en ella.
Alguien, muy especial en mi vida, me dijo una vez:
- La personas que vas encontrado en tu vida yo las clasifico en conocidos o amigos.
Si en estos momentos tomáramos nuestro teléfono móvil y revisáramos nuestros contactos descubriríamos que tenemos innumerables conocidos y pocos amigos.

Hoy he "limpiado" mi libreta de direcciones...

Vuelvo a tener pocos contactos, como al principio, pero todos importantes.