Prefiero que compartas conmigo unos pocos minutos ahora que estoy vivo
y no una noche entera cuando yo muera.
Prefiero que estreches suavemente mi mano ahora que estoy vivo,
y no apoyes tu cuerpo sobre mí cuando yo muera.
Prefiero que hagas una sola llamada ahora que estoy vivo
y no emprendas un inesperado viaje cuando yo muera...
Prefiero que me regales una sola flor ahora que estoy vivo
y no me envíes un hermoso ramo cuando yo muera...
Prefiero que elevemos al cielo una oración ahora que estoy vivo
y no una misa cantada y celebrada cuando yo muera.
Prefiero que me digas unas palabras de aliento ahora que estoy vivo
y no un desgarrador poema cuando yo muera.
Prefiero disfrutar de los más mínimos detalles ahora que estoy vivo
y no de grandes manifestaciones cuando yo muera...
Prefiero escucharte un poco nervioso diciendo lo que sientes por mí ahora que estoy vivo
y no un gran lamento porque no lo dijiste a tiempo,
y ahora estoy muerto...
Aprovechemos a nuestros seres queridos ahora que están entre nosotros...
Valora a las personas que están a tu alrededor...
Ámalas, respétalas, acuérdate de ellas...
¡mientras están vivas!
Anónimo
Fuente: El mensajero de San Antonio
No hay comentarios:
Publicar un comentario