"Mis" fallas 2010

"... aún así te odio y quiero, amo el azul de tu cielo..." (Revólver y Soledad Giménez. 

Dentro de ti)

Desde el mismo momento que salí de mi trabajo para recoger mi maleta sabía que iba a ser un viaje distinto a los que normalmente estoy habituada. Salvo contadas excepciones, realizo mis escapadas en solitario, esta vez el plan era un viaje en grupo y con niños.

En el coche me sentía extraña, no estoy acostumbrada a ir en los asientos de atrás, echaba de menos  conducir, me gusta manejar mi coche, escuchar mi selección de música, pararme durante el trayecto donde me apetece o donde  mi mirada se detiene para realizar alguna instantánea con mi cámara...

Mi plan era un poco arriesgado, -disponía de un día y medio- quería ver: las fallas de mis lugares predilectos, asistir al castillo de fuego, a una mascletá, un poco la ofrenda de flores y el manto de la virgen, la iluminación de las calles, visitar a todos mis familiares, sentarme en la playa, tomarme mi helado de inicio de la primavera... 

 

Muchas de las actividades que tenía en mente las pude llevar a cabo, por ejemplo visité y fotografié muchas más fallas de las que tenía previsto, algo inexplicable, pues en otras ocasiones ha sido imposible apreciarlas tan de cerca, quizás este año Valencia recibió menos visitantes de lo normal, o tal vez tuve suerte en las horas que dediqué a recorrer todo el barrio del Carmen, La plaza del Pilar, la de la Merced, El Convento de Jerusalén, Na Jordana, Campanar...

Pequeña selección de las fallas 2010

Hay dos formas de conocer una ciudad, la primera ir acompañada de alguien que sea de la ciudad o lleve viviendo en ella mucho tiempo; la segunda, "perderte" por ella y descubrir  lugares desconocidos. Durante  las tres noches  que estuve en Valencia probé las dos opciones, y me quedo con la segunda, quizás porque los que se suponen que debían guiarme estaban más preocupados por encontrar calles inhóspitas con buena sonoridad para dedicarse a lanzar todo un arsenal de petardos que habían comprado. 
Como todo en esta vida, no siempre se debe o se puede hacer lo que uno quiere, hay que ceder, adaptarse a otros gustos, llegar a un consenso, ponerte en el lugar de los demás, respetar gustos y compartir experiencias que a ti no te gusten. Tras muchas horas recorriendo las calles sin apenas transeúntes, disfrutar viendo como los enanos tiraban los petardos, reirte de cómo los padres de los nanos se divertían incluso más... aparecimos en la "Pujada del Toledà" (Subida del Toledano). A partir de ese instante  comenzamos a disfrutar un poco más de visitas a La Lonja, nos quedamos a la luna de Valencia, viendo las Torres de Serranos... y desde allí más y  más petardos hasta llegar a casa y sentir - como dice la canción- la humedad que rompe  tus huesos y (no fue el caso en este viaje) el calor te juzga sin piedad...

Collage  fotos personales Celia

Han sido tres noches y cuatro días disfrutando de la ciudad de Valencia, de comidas familiares con esas tertulias para ponernos al día e intentar arreglar el mundo,  de la cena que siempre me regala mi primo Antonio en esos lugares tan bien elegidos, esta vez  nos llevó a una pequeña localidad cercana a la ciudad, Godella, al restaurante "La Granadella".

He "pateado" Valencia, descubriendo lugares que desconocía,  he disfrutado con  la familia,  he gozado, tras demasiados años sin poder hacerlo, de las fallas... me he dejado cosas por hacer, lugares por visitar, gente a la que ver...

Ofrenda de Flores

Antes de volver a mi ciudad, alguien me dijo: -Celia, qué bien te sienta Valencia! sonriendo le contesté: - Valencia me sienta demasiado bien.