Leí en un libro, en el periódico, en un blog, o en una página web, o tal vez la escuché en alguna conferencia o charla la frase "no voy a perder más el tiempo con gente que no merece la pena". Debo confesar que en alguna ocasión he pensado o he pronunciado esta frase. Llevo algunos días dando vueltas a estas palabras...¿quiénes somos nosotros para decidir qué gente merece o no la pena? ¿será que juzgamos este merecimiento dependiendo de las acciones que realicen los demás? Si reaccionan como nosotros nos hemos imaginado o pensamos, esa persona merece la pena, si por el contrario su respuesta no tiene nada que ver con lo que nosostros consideremos reglas básicas de educación o comportamiento, no merece la pena perder más el tiempo con ella.
Cada uno es diferente, cada persona reacciona de forma diferente ante situaciones iguales, debemos ser capaces de ponernos en el lugar de otro, intentar comprender su manera de actuar. Complicado, ¿verdad?. Nada cambiará hasta que cada uno de un pequeño paso adelante, aunque sea minúsculo e intentemos aceptar las actuaciones de los demás aunque no las comprendas, no las entiendas e incluso te puedan hacer daño.
No sé, esta cabecita mía tan alocada seguirá pensando...
Vive cada vez mejor porque VIVIR es un asunto urgente.
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